Nacionales

Diputados de la oposición prevén una nueva fase de tensiones con el Gobierno tras adoptar un enfoque menos conciliador

Si en el primer semestre dominó una postura condescendiente de la oposición dialoguista frente a los llamados de la Casa Rosada, con roces constantes y parates en la construcción de la Ley Bases, el panorama de convivencia con el oficialismo para lo que resta del año parece más tenso.

Un ejemplo de este distanciamiento creciente entre el Poder Ejecutivo y sus supuestos aliados ocurrió el 18 de julio, cuando los representantes del Gobierno, José Rolandi, Lisandro Catalán, Lule Menem y Lucía Ibarzábal, se retiraron de la Cámara de Diputados sin pena ni gloria, luego de escuchar las críticas de los líderes dialoguistas a la reforma política.

Esta decepción llevó a que se tomaran quince días para regresar. Los mismos funcionarios volverán al Congreso la semana próxima para una segunda reunión con los referentes dialoguistas. Sin embargo, las expectativas son más bajas.

En su primera visita, les dejaron claro que la eliminación de las PASO no es factible, y que como máximo podrían considerar eliminar la obligatoriedad, como proponen el PRO y la Coalición Cívica.

La UCR de Rodrigo De Loredo, en cambio, prefiere mantener ese principio por temor a posibles manipulaciones de las internas opositoras.

Respecto a la propuesta de implementar la boleta única, se les informó que hay una media sanción trabada en el Senado, por lo que pidieron al oficialismo que se enfoque en desbloquear esa iniciativa en lugar de enviar proyectos con pretensiones revolucionarias.

Dentro de la reforma política, el Gobierno también busca reducir el financiamiento y la propaganda electoral con fondos públicos, permitiendo los aportes privados. Sin embargo, la oposición dialoguista tiene posturas a favor y en contra.

Al inicio del Gobierno de Javier Milei, los bloques receptaron de manera diferente la propuesta de modificación de la ley electoral, pero el desgaste de la relación a lo largo de los meses alteró el espíritu de los dialoguistas.

La intervención del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y sobre todo del ministro de Interior convertido en jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue efectiva en alcanzar acuerdos más razonables.

No obstante, estas intervenciones políticas no fueron suficientes para mejorar el vínculo ni disipar las desconfianzas después de las críticas públicas del jefe de Estado.

Un diputado de la Coalición Cívica reflexionó: «Creo que con la Ley Bases, especialmente en la primera etapa, nos mostramos muy complacientes. Existe un peligro al ser indulgentes con el gobierno de turno».

La aprobación final de la Ley Bases marcó la última instancia en la que la oposición dialoguista respaldó al Gobierno, a pesar de las descalificaciones constantes.

El Pacto de Mayo, con una exagerada escenografía, simbolizó esta etapa de sumisión opositora, en la que gobernadores y líderes aliados parecían rendir pleitesía al presidente.

Ahora se inicia una nueva etapa en la que los bloques del PRO, la UCR, los federales y la Coalición Cívica impulsarán su propia agenda, sin ceder ante las demandas del Gobierno.

Un diputado comentó sobre las diferencias en la negociación de la Ley Bases: «En la primera etapa con la Ley Bases, sentíamos que hablábamos en dos idiomas diferentes. Los del centro creíamos ofrecer soluciones, pero a ellos no les importaba. Había una especie de megalomanía parlamentaria en la Ley Bases uno. Aprendimos de ese proceso, tanto ellos como nosotros».

Ante el escenario polarizado planteado por Milei, las fuerzas de la oposición intermedia deben transitar un camino para no sucumbir ante la grieta.

Se advierte que el PRO, en competencia directa con el oficialismo por el mismo electorado de centroderecha, es el más vulnerable en este escenario de fragmentación extrema.

En la Ciudad de Buenos Aires, el PRO podría ver reducido su caudal electoral al enfrentarse a La Libertad Avanza y a las fuerzas de ex Juntos por el Cambio y Unión por la Patria.

El riesgo de fragmentación profunda del PRO es mencionado por Mauricio Macri, quien en las últimas semanas ha cambiado su relación con el Gobierno, mostrando un acercamiento a la oposición dialoguista junto a la UCR y Hacemos Coalición Federal, entre otros partidos.

Una fuente radical afirmó: «Bienvenido PRO a la oposición». Se esperaba que el partido de Mauricio Macri marcara diferencias con La Libertad Avanza una vez obtenida la Ley Bases, acelerando este proceso tras los conflictos con Patricia Bullrich.

El bloque del PRO aumentó la presión sobre Menem recientemente, solicitando una respuesta favorable a 15 iniciativas impulsadas por ellos.

El desacuerdo de la oposición dialoguista coincide con la presentación próxima de la ley de Presupuesto, en la que el Gobierno necesita los votos del PRO, acordando el pago de la deuda por los fondos de coparticipación de la Ciudad.

La UCR, por su parte, podría intensificar el conflicto en el Congreso por los fondos universitarios y el FONID, temas pendientes que pueden generar tensiones con la Casa Rosada, ya que el radicalismo pagó un costo al no acelerar el tratamiento en el recinto de los proyectos. (NA)

Compartir en: